Dan libertad plena a los universitarios
"Viva la U, viva U, viva la universidad", está frase resonó nuevamente en los ecos del estado Anzoátegui, a pesar que el presidente Chávez aseguraba pomposamente que la "mecha del golpe suave" estaba llegando a su fin, la acción calificada por las víctimas de "abuso y brutalidad" calentó nuevamente los ánimos en la región, por “la retaliación política” como denunció Teresa Rojas, una de las madres.
Los cuatro jóvenes, entre ellos dos menores de edad, fueron trasladados desde el centro de detención hasta el Palacio de Justicia, reunidos con la mayoría de los detenidos de los cuerpos de seguridad, incluyendo los adolescentes, lo que acusaron los abogados defensores como una violación a la Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente.
Con las banderas al revés como señal de auxilio, con cauchos a los cuales le colgaban carteles a favor de los detenidos, los padres de los presuntos "guarimberos", como fueron calificados por los entes de seguridad, se apersonaron en la sede jurídica, acompañados con los asesores legales. Carlos Sifontes Noel, padre de uno de los detenidos precisó que "mi hijo, Carlos Sifontes, fue apresado solamente por estar al lado de unos cauchos, ahora esto es un delito".
En la contienda judicial, los entes jurisdiccionales determinaron que en el caso de los jóvenes se acordó darles libertad plena, porque no existen indicios de culpabilidad, además se abrirá una investigación a los funcionarios y a Robert Aranguren por simulación de hecho punible.
La jueza Alexa Gamardo precisó la inocencia de los estudiantes y dijo que los hechos se tienen que averiguar.
El abogado de una de las familias, Salvador Pimentel, precisó que los cuatro jóvenes fueron incriminados por los cuerpos policiales, "estamos ante lo que comúnmente se conoce como siembra de evidencias, los funcionarios procedieron a colocar la gasolina, los cauchos y el vinagre para inculpar a los muchachos, estamos en presencia de un acto de intimidación contra todo el movimiento estudiantil".
La estudiante de la Universidad Santa María, Mónica Andrisano, señaló que "estamos en evidencia de un nuevo abuso de los funcionarios de un gobierno que atenta contra la integridad de los jóvenes estudiantes, pero aquí está la representación de los universitarios aupando y solidarizándonos con los detenidos y sus familiares".
"Y quién, y quién, quién nos manipula, si este movimiento es de iniciativa pura", repetían sin cesar los estudiantes apostados en la entrada del Palacio de Justicia, a pesar que los juristas trajeados con estilo, trataban de saltar por encima de los jóvenes que "protestamos contra los inventos de los cuerpos de represión”, dijo María Mora, estudiante.
Historia de “Se presumen culpables”
Cuando el sol comenzaba a calentar la mañana, cuando la movilidad del día se convertía en la realidad del siglo diario natural, los estudiantes que transitaban por la avenida Jorge Rodríguez, como a las nueve de la mañana fueron detenidos por cuerpos policías, éstos argumentaban que los supuestos cauchos, como la gasolina y el vinagre, era instrumentos que iban a ser empleados para el fomento "de las guarimbas", explicaciones reprochadas por quienes son objeto de ellas. Los familiares quienes sufrieron el nerviosismo de ver a sus hijos y nietos tras las rejas por "el simple pecado de estar cerca de unos cauchos, porque parece que en el estado presumen la culpabilidad en vez de la inocencia", parafraseaban los abogados en su mundo de leyes, mientras una masa de estudiantes reclamaba por la libertad.
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