–¿Qué espera lograr el movimiento estudiantil?
–No tenemos la visión de oponernos al presidente Chávez, sino de defender los derechos que nos afectan por igual a chavistas y a opositores. Nadie cree en el CNE o en el secreto al voto. Igualmente pasa con los derechos que son vulnerados con la reforma, como el de la propiedad privada, la libertad de empresa, la elección directa de las autoridades o que los máximos funcionarios del Estado sean civiles y no militares. Una gran porción del pueblo que apoya al presidente Chávez no quiere la reforma. No se trata de parcialidades políticas, sino de dos formas de ver el país: una democrática y una totalitaria.
–¿Aceptarán el debate que les propuso el "estudiante socialista" Carlos Mogollón, con la mediación de monseñor Mario Moronta?
–No vamos a debatir con representantes del gobierno porque para eso debatimos con Chávez. Si son verdaderos estudiantes, con votos que los sustenten como líderes, con mucho gusto. La situación es que hay por ahí una comisión presidencial que representa al Presidente y no a los estudiantes.
Esa comisión discute una ley sobre el poder popular estudiantil que modificaría la elección de los representantes y la concepción que hoy se tiene de la autonomía universitaria.
Este país no admite parcialidades de democracia. Si no defendemos la democracia completa no vamos a poder defender nuestras parcelas.
Este no es un tema exclusivo de los estudiantes, sino de toda la sociedad. No se conciben universidades autónomas en un totalitarismo, y lo que está planteado en Venezuela es un avance hacia el totalitarismo.
–Pero el foro universitario se planteó la creación de un frente por la educación democrática. ¿Continuarán?
–Stalin González es miembro de ese foro por parte de los estudiantes, y en ese, como en todos los espacios, defenderemos la educación independiente, plural, universal y autónoma. Si la educación universitaria se vuelve ideologizante deja de ser universitaria.
–En el parlamento estudiantil señaló que si las autoridades le dan la espalda al pueblo, éste le dará la espalda a las autoridades. Eso ¿cómo se traduce?
–En un Estado, para que se mantenga la armonía, las instituciones deben funcionar con apego a la Constitución y a los intereses del pueblo. Cuando no ocurre, el pueblo acaba por revelarse contra las autoridades. De forma tal que es una recomendación para las autoridades públicas porque, de lo contrario, tarde o temprano se producirá un estallido social.
–¿Eso tiene que ver con el llamado que hizo un participante en el parlamento, que señaló la insurrección cívico-militar?
–No, nosotros no creemos en lo militar, sino en el poder del pueblo, que puede torcer el devenir de los acontecimientos. Nosotros creemos en el despertar de la conciencia cívica. Sólo así podremos construir la democracia que queremos.
–¿De izquierda o de derecha?
–Me defino de centro-izquierda; simpatizo con las ideas del socialismo moderno que reconoce la economía de mercado con una distribución solidaria de la riqueza.
–Pero los afectos de Chávez dicen que ustedes son esbirros del Imperio, de la oligarquía y la derecha radical.
–Eso es falso. Nosotros somos independientes, venezolanos que creemos en el país, en el futuro, en los sueños de la nación. Incluso, creemos y queremos que los sueños de esa gente que piensa así de nosotros puedan materializarse en el país.
–Y qué les parece a ustedes que Chávez tenga el respaldo, según el resultado de las elecciones, de más de la mitad del país.
–Nosotros reconocemos al Presidente como elegido, pero eso no significa que pueda atentar contra la Constitución ni ir en contra de los valores democráticos de la sociedad, mucho menos de los valores democráticos de la sociedad que votó por él.
domingo, 9 de septiembre de 2007
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